lunes, 30 de enero de 2012

DECIDIENDO EL PROPIO ESTILO DE MANDO

Las palabras mandar, dirigir y liderar, parecen palabras sinónimas y los tres verbos significan lo mismo: obtener resultados a través del trabajo de otras personas. No obstante los matices son importantes:

  • Mandar: es decir a los demás lo que tienen que hacer. El jefe decide qué, quién, cuando, dónde y cómo hay que hacer el trabajo sin explicar el porqué. Asume toda la responsabilidad y teóricamente sabe técnicamente más que el equipo.
  • Dirigir: Coordinar el trabajo de los demás. El Director es un generalista. No sabe más que los demás ya que son especialistas en su trabajo. La responsabilidad es del director pero existen responsabilidades parciales e individuales. Maneja los premios y los castigos.
  • Liderar: Conseguir que cada uno haga lo que tiene que hacer. El líder actúa desde dentro del grupo y no desde fuera como hace el que manda y el que dirige. El liderazgo lo da el grupo y no el cargo.

Con todo esto se presentan varios estilos de management:

  • Estilo autoritario.
    • Conducta:
      • Se guarda información importante.
      • Decide y controla de forma muy personal.
      • No busca participación del equipo.
      • Dice qué hay que hacer, cuando y cómo.
      • Hay una clara diferencia entre el jefe y el grupo.
    • Características para la correcta aplicación:
      • Necesita mucha experiencia.
      • Debe tener una personalidad dura y agresiva.
    • Consecuencias positivas:
      • Limita riesgo por falta de capacidad en el equipo.
      • Las responsabilidades quedan muy definidas, asumidas por el jefe.
      • Sistema que funciona con rapidez.
    • Consecuencias negativas:
      • No se crea equipo.
      • No se facilita la madurez de los colaboradores.
      • El jefe siempre está saturado de trabajo.
      • Los fallos del jefe frenan la marcha del trabajo, todo el peso está en una sola persona.

  • Estilo vendedor.
    • Conducta:
      • Sabe como influenciar a sus empleados.
      • Usa su capacidad para lograr aprobación en sus decisiones.
      • Aparenta consultar a los demás pero realmente trata de averiguar si se está a favor o en contra de su opinión.
      • Influye individualmente antes de reunir e influir en el grupo.
      • Mantiene control de procesos.
    • Características para la correcta aplicación:
      • Mucho conocimiento psicológico y de su personal.
      • Buena experiencia.
      • Capacidad personal.
    • Consecuencias positivas:
      • Puede estimular participación del equipo.
      • Rapidez en toma de decisiones.
      • Mantiene el dominio de la situación.
    • Consecuencias negativas:
      • El personal puede llegar a sentirse manipulado.
      • No se consigue que el equipo madure con rapidez.
      • Puede percibirse un doble juego en las acciones del jefe.

  • Estilo consultivo.
    • Conducta:
      • Facilita información a los colaboradores.
      • Consulta opinión a sus colaboradores.
      • Aunque él decide, todos se manifiestan y participan.
      • Aprecia informes y consejos recibidos.
      • Se interesa por su equipo y éste lo sabe.
    • Características para la correcta aplicación:
      • Personalidad madura y equilibrada.
      • Conocimiento de la capacidad real del equipo.
    • Consecuencias positivas:
      • Crea atmósfera de colaboración y comunicación.
      • Hay un alto nivel de aportación y participación.
      • Hay un control del proceso aceptado.
      • En las decisiones del jefe, hay el apoyo del grupo.
    • Consecuencias negativas:
      • Logros supeditados a la capacidad del equipo.
      • Requiere tiempo en informar y recoger opiniones.
      • Lentitud en la toma de decisiones.

  • Estilo democrático.
    • Conducta:
      • Forma equipo con sus colaboradores.
      • Difícil saber quien es el jefe.
      • Informa y delega.
      • Las decisiones se toman conjuntamente con el equipo.
    • Características para la correcta aplicación:
      • Requiere equipo con gran capacidad e integrado.
      • Personalidad madura.
      • Imprescindible condición de líder.
    • Consecuencias positivas:
      • Estimula la participación del equipo.
      • El grupo asume la responsabilidad de la decisión.
      • Los fallos del jefe, no afectan a la buena marcha del trabajo.
      • El grupo se siente unido al jefe.
    • Consecuencias negativas:
      • Hay riesgo si falta capacidad en el equipo.
      • La responsabilidad queda diluida.
      • Requiere tiempo en informar y lograr la participación de equipo.
      • Las decisiones pueden ser contrarias entre el equipo y el jefe.

Ahora bien, esto no significa que todo manager tenga un único estilo. Es más, en nuestras formaciones en empresas, se pone de manifiesto a menudo que a veces es necesario adoptar uno u otro estilo en función del subordinado o de las circunstancias.


Lo cierto es que sí existe un factor que se demuestra determinante a la hora de obtener un equilibrio óptimo entre rendimiento y clima laboral: la percepción del manager como justo. Como justo a la hora de otorgar críticas y halagos. Si sé que mi superior sólo me corregirá cuando haya errado y que si acierto me reforzará, sabré a qué atenerme. Y esto significa tener sensación de control, un factor determinante para reducir el estrés.


Terminamos este artículo explicando el significado de su título. Y es que, como se ha explicado, no existe un estilo de management ideal, pero lo que sí es importante es que reflexionemos acerca de nuestro estilo propio y que no nos dejemos llevar por nuestros automatismos. Que elijamos activamente el estilo que queremos adoptar.


Fuente: rivassanti.net