viernes, 14 de octubre de 2011

Worry Time

Preocuparse es algo normal, a todos nos puede abordar una preocupación puntual en función de lo que nos suceda. Por ejemplo, podemos preocuparnos al tener a un familiar en el hospital, o cuando en el trabajo nos informan de un próximo recorte de personal.
 

Pero hay personas que no pueden dejar de preocuparse y les cuesta controlar sus pensamientos negativos, teniendo siempre la sensación de que la mayor parte de su tiempo lo pasan “dándole vueltas a la cabeza”.


A todos nos gustaría poder quitarnos las preocupaciones de encima cuando lo creemos conveniente. Sin embargo, todos sabemos que con querer no pensar en algo no conseguimos olvidarlo, al contrario, en muchas ocasiones  lo que hacemos es potenciar el pensamiento que queremos eliminar. Probad a seguir la siguiente instrucción:

“No pienses en un elefante rosa”

Según dice la instrucción anterior, ¿recuerdas en qué no debes pensar? Y ¿en qué estás pensando? Es muy frecuente potenciar un pensamiento cuando lo queremos eliminar.


Entonces, ¿Qué podemos hacer para disminuir el tiempo dedicado a nuestras preocupaciones?. Existen varias técnicas que nos permiten optimizar la gestión que hacemos de nuestras preocupaciones. Una de las más sencillas y eficaces es la llamada “Tiempo de Preocupación” (“Worry Time”).
 

Para poder entender el fundamento de esta técnica vamos a utilizar una metáfora. Imaginemos que cada uno de nuestros pensamientos o preocupaciones son ovejas que caminan en libertad por un campo que no está cercado; ¿Por dónde caminarán las ovejas? La respuesta es evidente, las ovejas caminaran por donde les apetezca, es decir por todo el campo. ¿Qué podríamos hacer si quisiéramos que las ovejas únicamente deambularan por una zona del campo? Supongo que todos estaríamos de acuerdo en que la mejor estrategia sería cercar esa parte del campo para que no pudiesen salirse de ella. Pues lo mismo debemos hacer con nuestros pensamientos o preocupaciones. Si no ponemos “cercas” (limites horarios) a nuestras preocupaciones nos aparecerán en cualquier momento del día, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, y mayor será su presencia cuanto más grave sea la preocupación. En esto consiste fundamentalmente la técnica del “Tiempo de Preocupación”.


Esta técnica requiere de un entrenamiento de entre 7 y 15 días para que sea efectiva y percibamos una notable disminución de la presencia de preocupaciones a lo largo del día. Igual que en otras habilidades que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida  como ir en bicicleta, conducir o caminar, precisa de un tiempo de entrenamiento para automatizarse. Se trata por tanto de reeducar a nuestro cerebro y enseñarle cuando debe dedicar el tiempo a pensar en las preocupaciones y cuando no.
 

A continuación os presentamos los pasos a seguir para poner en marcha vuestro “Tiempo de Preocupación” para poder en pocos días controlar vuestras preocupaciones sin que os asedien constantemente:
 

1.   Haz una lista con aquellas cosas que te preocupan.

2.   Escoge un momento al día en el que puedas contar con  10 minutos tranquilo/a y sin interrupciones. Será tu “tiempo de preocupación”.

3.   A diario, durante tu “tiempo de preocupación”, deberás preocuparte intencionadamente e intentar buscar soluciones sobre las cosas que te preocupan.

4.   Durante el resto del día, estará prohibido preocuparse, por lo tanto, si en algún momento del día te descubres pensando en tus preocupaciones, deberás decirte: “ahora no toca preocuparme, ya buscaré soluciones esta tarde de 20:00 a 20:15”.

5.   Los primeros días es muy probable que a los pocos segundos de decirnos esto, reaparezca de nuevo la preocupación. Si esto sucede debemos hacer lo mismo, tantas veces como sea necesario. Recordad que se trata de un entrenamiento y su efecto lo notaremos tras varios días de practicar.